Cierra los movimientos contables anuales de cuentas como impuestos y retenciones, agrupándolos bajo un único tercero, como la DIAN.
Por ejemplo: «La empresa Ejemplar ha realizado varias ventas a diferentes clientes a lo largo del año. En cada factura de venta, se incluyeron impuestos como el IVA y retenciones en la fuente, que deben ser declarados y pagados a la DIAN. Para que los movimientos asociados a estas cuentas queden asignados a la DIAN y no a cada cliente en particular, la empresa realiza un cierre de cuentas por tercero».